El Sonar del día

MARC ANTHONY FUE UN HURACÁN CARIBEÑO DESATADO SOBRE LA FRÍA NOCHE DE BUENOS AIRES

todayagosto 29, 2022

Fondo
share close

Con dos shows en el Movistar Arena de Buenos Aires (el segundo será esta noche) Marc Anthony presentó una batería de hits junto a algunos temas de su nuevo álbum, décimo tercero de su carrera, titulado Pa´llá voyUna mezcla de sones salseros, boleros, baladas y música pop que lanzó el 4 de marzo de este año.

Y anoche, en el primer recital, el boricua dejó bien sentados sus reales, validando el mote que le endilgaron sus fans desde Miami hasta la Argentina: El Flaco de Oro.

A BAILAR DESDE EL PRIMER MINUTO

Marc Anthony se cargó la salsa al hombro, agarró al Caribe por los pelos y lo trajo arrastrando hasta el confín Sur del continente. Ataviado con un saco de cuero negro, pantalón de jean, polera negra y gafas de sol, Anthony, cuyo nombre real es Marco Antonio Muñiz Rivera, no perdió tiempo y fue directo a lo que vino: poner a bailar a su auditorio desde el primer minuto.

Montado sobre la precisión apabullante de una banda de virtuosos, Anthony arrancó su show bien arriba con el tema que abre y le da título al nuevo disco. Nada de charlitas insulsas aquí. No hay tiempo que perder. Porque toda esta gente se va a llevar el equivalente en ritmo y canciones a la pequeña fortuna que pagaron por acompañar a su ídolo.

Un showman sobrio y medido, un frontman con más de treinta años de experiencia que conoce a la perfección la consecuencia de cada uno de sus movimientos en escena. Simpatía es el nombre del juego.

A las 21.14 empezó a sonar la banda y exactamente cuatro minutos después, cuando ya el público se puso bien calentito, apareció él. Una hora y media dura el show (bises incluidos), que terminó como empezó, a ritmo de locomotora imparable. Trece canciones desgranó en ese lapso el puertorriqueño, y sólo habló para decir: “Hola Argentina, por fin, por fin, por fin”. No hace falta más nada.

El público coreó cada uno de los temas. Y el Arena era una olla a presión que podía reventar en cualquier momento.

Ese público tan colorido, tan variopinto y latino, compuesto de una gran cantidad de venezolanos (Marc Anthony comenzó a visitar Venezuela hacia fines de los años ’90, lo conocen bien por allá) como de colombianos, peruanos, brasileros y por supuesto argentinos, es donde se apoya el artista para recobrar aire, para hacerlos cantar, para arengarlos y seducirlos gracias a los primeros planos de las cámaras que replican su imagen en las tres pantallas LED, en dimensión panorámica.

Y el ambiente se va espesando a medida que avanza el recital. En el bolero-guajira Hasta ayer el guitarrista argentino Mario Guini hizo hablar a su guitarra Fender Stratocaster con un solo que hizo temblar al estadio. El séptimo tema fue un medley de baladas imbatibles: Abrázame muy fuerte, Almohada (un homenaje a su amigo José José) y una versión personal del ¿Y cómo es él? de José Luis Perales.

El show no dio respiro. Marc lo deja todo en escena, pero la banda no le va en saga. Con cuatro percusionistas funcionando como los engranajes de un reloj, se suceden los momentos apoteóticos. La dupla de congas (Eric Vélez) y timbales (Jessie Caraballo) ofreció una interacción tan ajustada y sincronizada que por momentos recordaron a los percusionistas de Santana (Chepito Areas-Armando Peraza o Raúl Rekow -Carl Perazzo, dependiendo la época).

El propio cantante subió los peldaños de una escalinata y se sentó a la batería para sumarle tambores a la endiablada percusión de Contra la corriente, un tema incluido en su tercer álbum del mismo nombre, publicado en 1997.

Luego vinieron Que precio tiene el Cielo y Mala, otro de los cortes del nuevo material. Marc Anthony empuja desde el escenario, se pone de espaldas al público para dirigir a su orquesta, baila y mueve la pelvis en plan Elvis rumbero, matiza los tonos de su voz y hasta se emociona cantando Flor pálida

Heredero innegable de la estirpe de cantantes salseros (no casualmente también puertorriqueños) como Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Ismael Rivera o Pete “El Conde” Rodríguez, Marc sin embargo representa a una generación más joven, enraizada, es verdad, en la tradición de la salsa neoyorquina pero al mismo tiempo con un pie puesto tanto en el crossover de un pop caribeño como en determinados aires bolerísticos modernos.

Y para afianzar esta mezcla de estilos que conserva intacto su mascarón de proa, los arreglos de la sección de vientos (dos trompetas y tres trombones) remiten tanto a los de Johnny Pacheco junto a la Fania All Stars como a los del ex parcero de Rubén Blades, el trombonista Willy Colón, y a las mejores grabaciones de la Miami Sound Machine de Emilio Estefan Jr.

Es decir: esta gente sabe bien lo que hace, y lo demuestra sobre el escenario del Movistar Arena canción tras canción.

Escrito por Nelson Manuel

Rate it

Artículo anterior

El Sonar del día

JACKSON MARTÍNEZ ESTRENA ‘LA VERDAD REMIX’ JUNTO A CREYENTE.7

El artista y deportista colombiano Jackson Martínez ha dado mucho de qué hablar en los últimos meses por el crecimiento de su carrera como cantante y por la respuesta positiva que ha recibido por parte del público a ese mensaje de espiritualidad y amor que profesa y busca transmitir con sus canciones. Muchos lo recuerdan por su desempeño en las canchas que decidió dejar en diciembre de 2020 y ahora trabaja para […]

todayagosto 28, 2022

Comentarios de las entradas (0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0%